Después de un par de meses, coincidimos para hacer la sesión de postboda.
Vaya día, llovía a mares, pero según nos acercábamos al castro de Chano, iba lloviendo menos.
Cuando llegamos, el temporal nos dio un respiro, justo al terminar, comenzó a llover.
La madre naturaleza nos dio la oportunidad de hacer las fotos sin mojarnos nada, GRACIAS!!