Cuando Noelia, una buena amiga y excelente fotógrafa me pidó que hiciese las fotos de la boda de su hermano, me recorrio por el cuerpo una sensación de entusiasmo y a la vez nervios ya que lo siento como una doble responsabilidad.
Llegado el momento me encontre con una pareja de las que me encanta fotografiar.
Se palpa la energia que desprenden, su complicidad, sus miradas, en definitiva su AMOR es mas que evidente, y eso a mi me da la oportunidad de dar el 300%
Espero que os gusten.