Esta vez toca el turno a mis coaches, preparadores físicos y amigos.
Una boda con la especial presión que supone conocer a la pareja y varios invitados, que, como fotógrafo de bodas, me hace dar el máximo.
Una preciosa y emotiva boda civil en el Hotel Ponferrada Plaza donde las lágrimas, risas y emociones, subian y bajaban como en una gran montaña rusa.
Esta pareja se reservó l amejor sorpresa para el final, dando la noticia de que van a ser papás a todos los invitados, que atónitos y con lagrimas de felicidad en los ojos, nos lanzamos ( yo me incluyo) a darles la enhorabuena.